Payasete









Payasete, me dices. Eres mi payasete.

Sí, lo soy. Tu payasete. Me pinto para ti de payasete...
 

...de payasete de sonrisa perenne, inmarcesible a las adversidades y al malhumor, para que mi sonrisa alimente tu sonrisa y juntos nos contagiemos y riamos una sola cosa, infantilmente, hasta que al de un rato no sepamos muy bien de qué o por qué reímos.
 

...de payasete de ojos miopes que birojean cuando pretenden mirarte tiernamente y esbozan en cambio una expresión estúpida como si se preguntaran: ¿cómo he tenido la suerte de que esta mujer con cara de niña me mire así?.
 

...de payasete de nariz chata y mocosa cuya única virtud es permitir ser aplastada para acercarme más a tu boca y así darte besos más profundos.
 

De payasete me visto, para ti...
 

...de payasete de manos torpes que no saben cambiar enchufes ni arreglar lavadoras y solo valen para inflar globos de colores con los que moldear flores de aire y plástico que regalarte, pero manos suaves de payasete al fin y al cabo que no se cansarán de acariciarte la tripa hasta conseguir que te duermas en las siestas que nos quedan.
 

...de payasete de pies deformemente grandes, pero tan cálidos que siempre podrán sepultar bajo sí los tuyos, gélidos, incluso durante las más largas noches de invierno y edredón.
 

...de payasete de desordenado vestir para que siempre estés pendiente de mí y me digas eso de «llevas el cuello por fuera», «pareces un pescador con esos pantalones» o «a dónde vas con esas pintas, mi payasete».
 

Payasete, me dices. Eres mi payasete.
 

Me ofrezco para ti de payasete...
 

...de payasete que pretende componerte la carta de amor que mereces y solo consigue garabatear florilegios circenses y deslavazados retales que me da la sensación de haber cosido mal, como si toda mi aplaudida labia de payasete no bastara para hacerte llegar con palabras lo mucho que te quiero.   
 

Payasete, me dices. Eres mi payasete.
 

Sí, lo soy. Tu payasete. Me encanta ser tu payasete...






_____________________________________________

Esta carta cursi y edulcorada hasta el coma diabético consiguió el 2º Premio del "XI Certamen de Cartas de Amor de Barakaldo" convocado por la Casa de Cultura de Cruces en el año 2006.


No hay comentarios:

Publicar un comentario