Es
un sueño recurrente:
cierro
los ojos
y
soy un monstruo gigante y feo,
un
lagarto más grande que la hostia.
¡Godzilla!
Arrogante
y orgulloso,
hermafrodita
y verde,
ahí
estoy yo,
la
ciudad debajo de mí
humillándose
como
una sala de maquetas.
No
tengo otra salida,
joder,
lo sé,
he
de hacer lo que debo,
lo
que se espera de mis escamas,
—lo
que me apetece—:
destrozar
edificios,
pisotear
ciudadanos,
consagrar
cielos y ríos con mi semen,
envenenar
el asfalto con mi orín,
defecar
sobre esas cabezas
que
son las mismas cabezas
que
defecan sobre el mundo.
Hacer
de la civilización
ensaladilla
rusa
entre
mis garras.
Vomitar
mi aliento mefítico
para
mancillar la obra de los hombres,
sus
triunfos y su arte.
Saciar
mi insaciable hambre de reptil
y
continuar devorándolo todo,
absolutamente
todo,
y
a todos,
mis
jugos gástricos hermanando
top-models
y prostitutas heroinómanas
en
un postrero acto de justicia.
Sclanch, Poum, Snurf, Ñam
Clonch, Crash, Worf, Slurp
Los
rascacielos más altos
son
los que más rápido caen.
¡En
mi vida he sido tan feliz!
Scronch, Flash, Clank, Brush,
Aaaaah, Boing, Blam, Bloum,
Flach, Kroinch, Jusp, Monsk,
Cronch, Burp, Munf, Blegh,
Glup.
Pasándolo
de puta madre.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario