¡Crecepelo
para los calvos!
¡Cremas
mágicas antiedad!
¡Gimnasio
para esa barriga!
¡Y
el aparatoso Jet Extender!
(«what
else?»)
Oh,
finado cliente final,
consumidor
consumible:
el
bien fungible eres tú.
Una
poderosa industria crece
en
torno a tus complejos.
.
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